







Siempre me sentó mal que
North American rompiese la hegemonía de
Grumman, en su especialidad, que eran los aviones de la marina. Por eso me puse manos a la obra, fabricando un
Fury como el de
North American pero con las alas del
Hellcat. Y este es el resultado no muy diferente de los primeros
Furys pero a mi, me cierra una herida, como buen
fan de
Grumman.