
Hemos empezado por situar las góndolas de los motores bajo las alas y convertirlas en los contenedores del tren de aterrizaje, ampliando de ese modo la vía de dicho tren. Una escultura en masilla con algo de relleno que nos ha supuesto un gran trabajo.


También hemos ampliado la longitud del fuselaje casi un centímetro.

La aerodinámica desde este plano mejora con respecto al original.

No hace falta decir, que cada hélice gira en sentidos opuestos, como en el P-38, la diferencia es la ausencia de compresores.

Los motores Allison del P-40E, son de resina lo que unido a la masilla, le dan un peso a la maqueta que parece de plomo.

Aquí se puede apreciar la nueva longitud del fuselaje.