



Un avión espía, no es un simple avión de reconocimiento fotográfico, un combustible especial es algo necesario, y el hidrógeno lo es, su problema es que necesita más espacio que otros combustibles, y aquí empezó nuestro trabajo para repartir el espacio en el pequeño P-80. Acortando el momento de cola, y compensando el desplazamiento de pesos con un enorme fuselaje, que podría albergar el combustible suficiente, obtenemos esta maravilla de gran altitud. Como todos los aviones especializados es un poco extravagante, pero a mí sus lineas me recuerdan a la serie Bell x1, x2etc.