Silver Red Racer

Este pequeño avioncito proviene de una saga a escala 1/144 que Fujimi lanzó en los sesenta, y que llegó a mí en un intercambio de maquetas. Lo pasé de escala con piezas de 1/72 y un trozo de acetato para la cabina. Es una de mis primeras maquetas de fantasía, una de esas que nos abre los ojos y no tiene el nivel ni la masilla que las que le sucedieron pero así empezó todo. Eso sí, la maqueta original era mala, malísima, casi un trozo de jabón.

Lagg 1bis

De la misma manera que el Hawker Fury pasó a Hawker Hurricane, hasta el punto de que lo llamaban el "Fury monoplano", la idea de un fuselaje del Lagg previo a su evolución como monoplano es muy tentadora, y eso es lo que he hecho, solo que con el motor del avión original.

Chipmunk II

Dentro de los aviones de entrenamiento el De Havilland Chipmunk es una de las avionetas más famosas y trabajadoras de la historia de la aviación docente. Yo siempre pensé que podía ofrecer más pues su diseño es francamente bueno. Es un descendiente directo de las viejas Tiger Moth y en su vida operativa, ha formado miles de pilotos. Después evolucionó hacia la conocida Superchipmunk, cuyas cualidades acrobáticas son muy conocidas. Hemos incluido un motor tipo Argus o Renault 6-Q de 650hp, un tren de aterrizaje más robusto y alto para la nueva hélice tripala y el nuevo peso, además de unos planos de profundidad con más poder sustentador. La maqueta es de Airfix y me he divertido mucho haciéndola.

Air racers 1/48 ...Un superviviente.

En los años 30 las carreras de aviones alrededor de postes, en ocasiones en el mar, otras en tierra como las Red Bull Racers de ahora, pero con aparatos de 800hp y las de larga distancia, o las combinadas por mar y aire, como la carrera Mc Robertson de 1934, eran la carrera espacial de hoy, el progreso dependía de la experimentación, de las carreras, así no había que hacer una guerra...por eso he ambientado nuestro Air Racers Shell Bell`s en la actualidad como un superviviente cuidado y restaurado, con publicidad de marcas de maquetas y un aire solitario y exclusivista. Estos aparatos deben conservarse, mimarse y recuperar todo cuanto se pueda de su historia, sus accidentes, motorizaciones y records, para demostrar que la máquina y el hombre también pueden ser la misma cosa en un momento determinado. Aunque este aparato no existiese, como siempre en Fantasy Planes, primero creamos el aparato y después lo ambientamos y le buscamos un porqué.